Mi último día en Marrakech… Me quedaba poco dinero pero quería aprovechar aquella última mañana en suelo marroquí, así que me acerqué al lujoso hotel Sofitel (la recepcionista del mío me dijo que allí había un cajero). El hotel es una pasada, tenía tiendas, alquiler de coches… y pude sacar dinero sin problemas. De hecho, no me cobraron comisiones ni por cambio de divisa ni por ser un banco diferente al mío (?).
Sofitel Marrakech Palais Imperial
Marrakech, Marruecos. 14 de julio de 2014
Al salir del hotel me encontré al simpático taxista que me llevó a los Jardines Majorelle, y tras contarle sobre mi excursión al Valle del Ourika y acordar con él una hora para recogerme y llevarme al aeropuerto por un módico precio, me llevó al Palacio El Badi (me dejó todo lo cerca posible, ya que hay que atravesar un par de plazas peatonales antes de llegar a sus altas murallas y a su escondida entrada principal). Llegué diez minutos antes de la hora de apertura, pero me dejaron entrar en cuanto el guarda me vio derretirme bajo el sol.
Palacio El Badi
Marrakech, Marruecos. 14 de julio de 2014
Aunque el calor no mejoró ya que lo visitable está al aire libre, tenía todo el palacio para mí solo. El Palacio El Badi (lit. el palacio incomparable) es uno de los más impresionantes que construyera el Sultanato Saadí, pero tras innumerables saqueos poco quedan de él salvo ruinas (que no es poco, ya que son increíbles). Lo mejor de la visita: las vistas de los tejados de Marrakech, y el minbar de la Mezquita Kutubía, realizado en Córdoba en 1137 y restaurado por el Metropolitan Museum of Art de Nueva York en 1996.
Palacio El Badi
Marrakech, Marruecos. 14 de julio de 2014
Aún era temprano cuando terminé la visita al palacio y paseando llegué hasta la Plaza Yamaa el Fna, para despedirme de ella con un buen zumo de naranja y hacerle algunas fotos al zoco (están hechas con el móvil y a esa hora no había mucha gente, pero algo es algo…).
Marrakech, Marruecos. 14 de julio de 2014
Y así acabaran mis cuatro días en Marrakech. Volví al hotel, recogí mis cosas, y el taxista estaba allí a la hora que me dijo para llevarme al aeropuerto. Tocaba despedirse de Marruecos, un país al que probablemente vuelva en cuanto tenga oportunidad.
Aeropuerto de Marrakech-Menara
Marrakech, Marruecos. 14 de julio de 2014
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