Sábado, 2 de mayo de 2015

Tras mi intento fallido a primera hora de la mañana, salí de Ballintoy Harbour con la esperanza de que el puente colgante de Carrick-a-Rede estuviese abierto (bueno, reconozco que una parte de mí prefería que estuviese cerrado porque yo no estaba muy convencido de querer cruzar aquello). El cartel en la entrada ponía claramente ‘Bridge Open’. «Vale, ya no me libro», pensé.

Aparqué el coche en Larry Bane Bay, muy cerca de uno de los escenarios de rodaje de Juego de Tronos (ya entraré en detalles más adelante). Ya habían abierto el puesto de información y el de las entradas, así que bajé del coche y compré la mía (£5.90).

Carrick-A-Rede Rope Bridge

Carrick-a-Rede Rope Bridge es un puente colgante hecho de cuerda y madera que conecta tierra firme con la isla de Carrick-a-Rede, en el Condado de Antrim. La historia dice que existe desde hace unos 350 años y que servía para que los pescadores de salmón pudieran llegar a esta pequeña isla. El original contaba solo con un pasamanos y tenía grandes huecos entre las tablas… pero por suerte para nosotros en 2008 se hizo uno nuevo mucho más seguro, con capacidad para 8 personas.

Los que me conocen saben que apenas soy capaz de subirme a una silla a cambiar una bombilla sin que me tiemblen las piernas o asomarme a un balcón sin terminar gateando para volver a lugar seguro… Por eso, seguía sin estar muy convencido cuando llegué al puente en cuestión (hay un paseíto de 1km o así desde el aparcamiento, tiempo suficiente para no dejar de darle vueltas a la cabeza…). Carrick-a-Rede Rope Bridge se eleva unos 30 m por encima de las rocas y el agua, y para darle más emoción al asunto, hacía muchísimo viento y llovía una barbaridad, pero estaba abierto igualmente.

Le pregunté al señor que lo vigilaba si aquello no sería peligroso y me dijo que no, que cuando el viento sopla a más de cierta velocidad lo cierran, pero que en ese momento era seguro. Delante mía cruzó una familia con un par de niños que no superaban la altura de las cuerdas y eso me motivó un poco. Y como le dijo el Maestro Yoda a Luke: «Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes». Así que sin saber muy bien por qué, pero con paso firme y sin mirar abajo crucé al otro lado.

El viento soplaba tan fuerte que pensaba que mis gafas iban a salir volando de un momento a otro, y las olas rompían contra las rocas de mi alrededor de una manera que jamás había visto antes… En unos segundos que se me hicieron eternos (el puente mide unos 20 m de longitud), llegúe al otro lado sin soltar en ningún momento la cuerda. Me quedé un rato haciendo fotos en la isla (y hasta grabé un video), y vi como poco a poco todo el mundo se iba y me quedaba allí solo… Me quedé impactado al ver la fuerza con la que el viento peinaba la vegetación de isla y las ondulaciones que se formaban en ésta. Inolvidable.

La idea de volver a cruzar aquello me aterraba un poco, y más cuando el hombre me gritaba desde el otro lado que tuviese cuidado: «Agárrate a la cuerda de la izquierda, que el viento viene de ese lado y si te agarras a la de la derecha lo mismo acabas en el agua»…………………………… «Ah, vale… ¿gracias?». Cuando volví a tierra firme me dijo: «Enhorabuena, mientras estabas en la isla el viento ha empeorado y ya no está en los niveles permitidos, probablemente seas la última persona en cruzar hoy el puente».

Le di las gracias (?) y cuando ya estaba en lugar seguro me senté un rato en el suelo. Sin más. Cuando me recuperé volví la vista atrás y una amable familia que estaba allí descansando se ofreció a hacerme una foto (estaba aún tan aturdido, que se me olvidó quitarme la bufanda y el gorro…).

Tengo que reconocer que cruzar Carrick-a-Rede Rope Bridge ha entrado por la puerta grande en el Top 5 de mis experiencias viajeras. Eso sí, 11 horas después, mientras escribo esto en un hotel de Newtownabbey, aún me tiemblan las piernas.

Buscando algo de información he descubierto que nunca nadie se ha caído del puente (¡bien!) pero que muchos turistas no soportan la idea de cruzarlo dos veces y tienen que ser rescatados en barco de la isla… Por suerte para mí, no leí nada de eso antes de ir.

A pesar de todo eso os animo a cruzarlo (jaja), y más aún si, como yo, le tenéis respeto justificado a las alturas (nada de llamarlo miedo, ¿eh? ). Merece la pena.

Larry Bane Bay Chalk Quarry (Las Tierras de Tormentas)

De la explanada en la que dejé el coche salía una carretera cortada que llevaba a un aparcamiento auxiliar dentro de una cantera de tiza. En esta cantera se rodaron las escenas del campamento de Renly Baratheon, situado en las Tierras de Tormentas (The Stormlands), durante la segunda temporada de Juego de Tronos / Game of Thrones. Más concretamente, los capítulos en los que aparece son:

• 2×02 – The Night Lands / Las tierras de la noche
• 2×03 – What Is Dead May Never Die / Lo que está muerto no puede morir
• 2×04 – Garden of Bones / Jardín de huesos

Esta fue la segunda localización de Juego de Tronos que vi durante el viaje. No es que sea gran cosa, pero hace ilusión estar allí cuando eres un gran fan de los libros y la serie, y además fue la excusa perfecta para descubrir la existencia de Carrick-A-Rede Rope Bridge y de Larry Bane Bay.

Tras tomar algunas fotos y disfrutar de las increíbles vistas desde la cantera, volví al coche y puse rumbo hasta mi siguiente objetivo: Cushendun Caves.

Continuará…

Relatos de otros viajeros

Los viajes de Claudia » El puente colgante de Carrick-a-Rede en Irlanda del Norte