Tübingen, Alemania
En algún lugar al sur de Stuttgart y a orillas del Neckar se encuentra esta ciudad universitaria, tan universitaria que un tercio de sus habitantes es estudiante. Su importancia se remonta a la Edad Media, y es que entre 1146 y 1342 fue sede de uno de los Condes Palatinos del Ducado de Suabia, uno de los estados que conformaban en su día el Sacro Imperio Romano Germánico.
Su universidad, fundada en 1477, sigue siendo a día de hoy una de las más importantes y famosas de Alemania, teniendo especial prestigio sus estudios de Filología Alemana (si estáis estudiando esta carrera, ya sabéis un buen sitio al que ir de Erasmus ). En ella obtuvo su formación en filosofía y teología el gran científico alemán Johannes Kepler, así como las nociones de astronomía y matemáticas que más adelante le permitirían desarrollar su más grande aportación a la humanidad: las Leyes del Movimiento Planetario.
Bajo esas premisas, nosotros no dudamos en dedicarle una mañana, y terminamos encantados con aquel paseo por las calles de su centro histórico. ¿Os venís con nosotros? Willkommen in Tübingen!
Der Altstadt | El Casco Antiguo
El centro, peatonal en la mayoría de su trazado, está muy bien conservado, y sus estrechas calles están colmadas de casas con entramado de madera. El ambiente del centro a plena luz del día era joven y vibrante, a pesar de no visitarla durante la época estudiantil y en contraposición con otras ciudades de la zona que parecían estar un poco más desiertas y apagadas.
Das Rathaus und der Marktplatz | El Ayuntamiento y la Plaza Mayor
Uno de los mejores rincones del centro es la Martkplatz, la Plaza del Mercado o Plaza Mayor y la más bonita de todas las que vimos en Tübingen. En ella lo que más resalta es la Fuente de Neptuno o Neptunbrunnen y el Ayuntamiento o Rathaus, que domina la plaza.
El ayuntamiento es un pintoresco edificio del siglo XV, aunque lo que le da el toque de originalidad son los adornos de su fachada, que no se añadieron hasta 1877 con motivo del 400 aniversario de la universidad.
Die Stiftskirche | La Colegiata de San Jorge
La iglesia más interesante de Tübingen es la Colegiata de San Jorge, la primera de la ciudad en convertirse al protestantismo aunque a día de hoy siga conservando multitud de elementos católicos. Se construyó en el siglo XV, y quizá lo que más llama la atención de su arquitectura sea la elegante torre, que vista desde el Neckar forma una de las postales más conocidas de la ciudad. Desde la plaza Holzmarkt se puede ver también en una ventana una curiosa representación de San Jorge siendo lacerado por una rueda, tal como ordenó que se le torturara el Emperador Diocleciano.
Pero lo mejor de esta iglesia se encuentra en el interior. Atravesando el coro alto se llega a los impresionantes sepulcros de Eberhard I, Duque de Württemberg, y su familia. Todos los enterramientos son verdaderas obras de arte, sobre todo el del tal Eberhard I. Además, algunos casos como el de Anna Maria von Brandenburg-Ansbach en el que la estatua tiene los ojos abiertos y un vendaje de seda que cubre su boca representando su viudedad, resultan incluso inquietantes. La verdad es que aquel mausoleo fue una visita muy recomendable y difícil de olvidar.
Die Pfarrkirche St. Johannes Evangelist | La parroquia de San Juan Bautista
Otra iglesia digna de mención es la de San Juan Bautista, el templo católico más importante de Tübingen. Su planta es de estilo neogótico, de finales del XIX. Lo que más llama la atención es que el interior es bastante más austero que el de la Colegiata, cuando lo habitual es que esta sea una característica de las iglesias protestantes y no de las católicas, pero por motivos históricos han llegado así a nuestros días.
Die Eberhardsbrücke
Este es el puente que cruzamos nosotros para llegar al centro desde el distrito sur. No es muy bonito, pero las vistas del Neckar son preciosas. Un lugar ideal para empezar o terminar vuestro paseo por esta imprescindible ciudad alemana.
Q susto, ya no me acordaba del mausoleo.
La ciudad es preciosa.
JAJAJA ¿Cómo es posible? Si aquello era para no olvidarlo nunca…
Excelentes fotografías y nos ha hecho plantear visitarlo ya que vamos a ir a Stuttgart
¡Me alegro! Merece mucho la pena. También estuve en Stuttgart hace ya tres años y no me gustó tanto como Tübingen (aunque también tiene su encanto, sobre todo las plazas Schlossplatz y Schillerplatz).
Por allí cerquita también tenéis un par de castillos increíbles: Burg Hohenzollern y Schloss Lichtenstein.
¡Que disfrutéis!
Me gustó mucho esta ciudad, sobre todo la Colegiata.
¿Verdad? Fue una buena elección