El cabo Ortegal y sus rocas milenarias
Dentro del término municipal de Cariño en la provincia de A Coruña se encuentra Cabo Ortegal, el segundo extremo más septentrional de España (solo superado por la punta de Estaca de Bares) y uno de los dos límites geográficos que según la Organización Hidrográfica Internacional delimitan el Golfo de Vizcaya (siendo el otro la Pointe de Penmarc’h, en Bretaña).
Cabo Ortegal es un lugar muy interesante e importante dentro del ámbito de la geología, y es que allí se encuentran las rocas más antiguas de la Península Ibérica y las cuartas del mundo, algunas de ellas datadas de hace 1160 millones de años (por si os sirve de referencia, la Tierra se formó hace unos 4470 millones de años y la famosa explosión de vida del Cámbrico no ocurrió hasta hace unos 540 millones de años).
Al final del cabo se encuentra uno de los faros más emblemáticos de Galicia, construido en 1984 y con una altura de 10 m (en Tales of a Wanderer nos encantan los faros, y éste es sin duda uno de nuestros favoritos ^^). La luz de su linterna, situada a unos 124 metros sobre el nivel del mar, es una de las muchas que guían a aquellos marinos que osan adentrarse en uno de los litorales más accidentados y peligrosos de Europa.
Las excepcionales vistas desde el faro (al que es posible llegar en coche) se disfrutan mirando a cualquiera de los cuatro puntos cardinales. Al norte tenemos os tres Aguillóns, un trío de escénicas rocas en las que los percebeiros se juegan la vida todos los días y que ya fueron mencionadas por Ptolomeo hace casi dos mil años. Al este la ya mencionada punta de Estaca de Bares, límite boreal de España. Al oeste el comienzo de los acantilados que separan Cariño de Cedeira, los más altos de la Europa continental (unos 620 metros, casi el triple que los míticos Cliffs of Moher cerca de Galway, Irlanda). Y al sur, por supuesto, el propio cabo, una de las muchas maravillas de la naturaleza que se pueden disfrutar si viajáis a Galicia.