Zamość, Polonia
Viéndola sobre el mapa, la pequeña localidad de Zamość da la sensación de estar en medio de ninguna parte camino de ningún sitio, lejos de las principales carreteras del país, y cuando me decidí a visitarla dentro de una ruta que hice de 8 días por Polonia supe que me llevaría bastante tiempo llegar hasta allí. Sin embargo, esto no siempre fue así, cuando se fundó allá por el año 1580 se encontraba en un lugar privilegiado dentro de las rutas comerciales que unían el Mar Negro con el noroeste de Europa, y por tanto gozó de una magnífica economía y de una diversidad cultural que se ven reflejadas en su arquitectura y en su patrimonio.
Zamość fue creada de la nada gracias a la magnífica colaboración de dos importantes personajes históricos: Jan Zamojski, por aquel entonces Gran Canciller de la Mancomunidad de Polonia-Lituania y uno de los nobles polacos más ricos de la época, y Bernardo Morando, arquitecto veneciano y gran exponente del Renacimiento tardío. Ambos concibieron una ciudad basada en los ideales italianos de urbe comercial, una obra de arte diseñada para que a sus habitantes no les faltara de nada y que por suerte ha llegado a nuestros días magníficamente conservada. Todo esto hizo que la Unesco la inscribiese como Patrimonio de la Humanidad en 1992, lo que sin duda ha mejorado su visibilidad y ha impulsado el interés en su conservación.
Placa de la Unesco en el ayuntamiento
La Plaza Mayor del Mercado (Rynek Wielki) es el centro neurálgico de la ciudad, y en ella se celebran con bastante asiduidad festivales de música y teatro de todo tipo, como el Festival Eurofolk o el Festival Cultural de Zamość (Zamojski Festiwal Kultury). Su planta es cuadrada, de exactamente 100 metros de lado, y en ella confluyen las dos arterias principales de la ciudad: Ulica Grodzka, que une el Palacio Zamoyski con el Bastión VII, y Ulica Bernarda Moranda, que une el mercado principal con los dos secundarios (Rynek Solny y Rynek Wodny).
Allí se encuentra uno de los símbolos de Zamość y probablemente el más reconocible: el Ayuntamiento (Ratusz), un magnífico edificio de principios del s. XVII mezcla de arquitectura renacentista y barroca y coronado por una torre de 52 metros. Su escalera, añadida en el s. XVIII, tiene forma de abanico, y se adentra en la Plaza del Mercado conectándolo con su puerta principal. En la planta baja se encuentra la oficina municipal de turismo.
Ayuntamiento y Plaza Mayor
También en la Plaza del Mercado se encuentran las Casas Armenias (Kamienice ormiańskie), construidas al igual que el ayuntamiento en la última fase del renacimiento, durante el movimiento conocido como manierismo. Estas residencias, dotadas de arcadas en su planta inferior y pintadas con unos colores muy vivos, eran propiedad de los comerciantes más ricos de Zamość. En una de ellas se encuentra actualmente el Museo de la Ciudad.
La iglesia más importante de Zamość es la Catedral de la Resurrección y Santo Tomás Apóstol (Katedra Zmartwychwstania Pańskiego i św. Tomasza Apostoła), diseñada también por Bernardo Morando en el s. XVI y último lugar de descanso de Jan Zamojski y su familia. El campanario, exento de la catedral, fue construido 200 años después, en estilo barroco.
Catedral de la Resurrección y Santo Tomás Apóstol y campanario
Justo al lado de la catedral se encuentra la antigua casa de la rectoría (Infułatka), el lugar donde vivía el párroco. Se trata de una de las construcciones más antiguas de Zamość y su puerta principal está magníficamente conservada.
Casa de la antigua rectoría
Aparte de la catedral, hay varios templos religiosos que acrecentan el valor cultural y arquitectónico de Zamość: la Iglesia de San Nicolás (Kościół św. Mikołaja), de 1618, construida como sede de la Iglesia Ortodoxa Griega y cuya torre ha sido usada como plataforma de observación y defensa por su cercanía a las murallas; la Iglesia Franciscana de la Anunciación (Kościół Zwiastowania Najświętszej Maryi Panny), antiguamente la más grande de la ciudad y que ha llegado a albergar teatros, barracones y cines hasta su restablecimiento como iglesia en 1993; la Iglesia de Santa Catalina (Kościół św. Katarzyny), usada durante la Segunda Guerra Mundial para ocultar obras de arte de los nazis; el antiguo convento de las Clarisas descalzas (Dawny kościół i klasztor klarysek), que ahora hace las veces de conservatorio; y por último la Sinagoga (Synagoga), centro de la antigua judería hasta los años del Holocausto y en la actualidad un museo sobre la vida de los judíos en Zamość.
Iglesia Franciscana de la Anunciación
Iglesia de Santa Catalina
Antiguo convento de las Clarisas descalzas
Antigua sinagoga
Zamość tiene tres puertas principales, testigos de la muralla que la rodeaba: la Puerta de Szczebrzeszyn (Brama Szczebrzeska), la Puerta de Lublin (Brama Lubelska), y la Puerta de Leópolis (Brama Lwowska). También se pueden ver algunos tramos de la antigua línea defensiva, generosamente restaurados, así como el Bastión VII, al cual se puede subir para tener una panorámica de la ciudad.
Antiguas fortificaciones de Zamość
Puerta de Lublin
Bastion VII
Puerta de Leópolis
Antiguas fortificaciones de Zamość
Para visitar la ciudad, pude estacionar en un amplio aparcamiento que se encuentra en las afueras, justo al lado de la Puerta de Szczebrzeszyn (desde allí es menos de un minuto a pie hasta que se entra en el centro histórico). Recuerdo perfectamente la sensación que tuve nada más bajarme del coche, había un fuerte olor a hierba recién cortada (véanse las fotos de las murallas) y todo parecía impecable a la par que vacío (a pesar de ser Viernes Santo).
Como dije al principio, Zamość está un poco apartada de las principales rutas del país, pero fue una de las paradas más memorables de aquel viaje y merecieron la pena todos y cada uno de los kilómetros que tuve que hacer para llegar hasta ella. Además, me sirvió para descubrir otras localidades menos conocidas de Polonia que también me maravillaron y de las que espero poder hablar pronto: Sandomierz y Lublin. Una visita que recomiendo a todo viajero que quiera admirar la riqueza cultural de Polonia, sobre todo aquella que aún está sin explotar.
Rynek Solny (Plaza del Mercado de la Sal)
Park Miejski
Rynek Solny (Plaza del Mercado de la Sal)
Rynek Wodny (Plaza del Mercado del Agua)
¡Que sitio más bonito! Nos ha gustado mucho, sobre todo la Plaza Mayor con el Ayuntamiento y las casas armenias con tanto colorido. También la catedral y las fortificaciones. ¡Que fotos más buenas!
¡Gracias! Un sitio muy bonito, os habría encantado pasear por allí.
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