—GoldenEye (1995)
Presa de Contra, Suiza
Debía tener nueve años recién cumplidos cuando mis padres me iniciaron en el improbable mundo de espías de las películas de James Bond. Si bien la calidad de las mismas ha sido bastante cambiante a lo largo de los años (aunque eso para un buen fan siempre será lo de menos), lo que nadie pone en duda es que visualizar la saga del agente 007 nos permite viajar virtualmente por uno de los mapas del mundo más completos de la historia del cine. Durante aquellos años en los que quemé sistemáticamente aquella colección de VHS, algunos originales y otros grabados de la tele, pude visitar (y en muchos casos descubrir) infinidad de lugares como Meteora, Hong Kong, el Golden Gate, el teleférico de Río de Janeiro, el radiotelescopio de Arecibo, o incluso mi querida Cádiz (disfrazada como La Habana…), aunque fuera desde el sofá de mi casa. Sin embargo, por más localizaciones que aparezcan en el pasado, presente y futuro de dicha saga, todas ellas me llevarán siempre al mismo punto de inicio: una enorme presa de 220 m de altura integrada en las imponentes laderas del valle del río Verzasca, en el sur de Suiza.
Nunca olvidaré la sensación de vértigo e incredulidad que me produjo ver a Pierce Brosnan saltando de aquella presa (sí, era Pierce Brosnan el que saltaba, que nadie intente convencerme de lo contrario), cuando en aquella navidad de 1995 mis padres me llevaron al legendario Cine Cervantes a ver GoldenEye y la película arrancó con la que probablemente sea la mejor escena inicial de toda la saga (podéis verla aquí en versión original). Hace un par de años organizamos un viaje a los grandes lagos del norte de Italia en el que visitamos Lombardía, el Piamonte, y el cantón del Tesino, este último perteneciente a Suiza, y todos coincidimos en que esta presa tendría que formar parte si o si de nuestro recorrido. Cuando llegamos allí estaba bastante nublado, lloviznaba, y no se divisaba ninguna avioneta; disfrutamos de un pequeño paseo por el dique (no éramos los únicos), y nos quedamos boquiabiertos cuando vimos que en lo alto de aquella pared de hormigón alguien había montado un chiringuito para poder hacer puenting y recrear la película. Bienvenidos al salto de puenting más famoso del mundo: The James Bond Jump. ¿Lo adivináis? Sí, ni se me pasó por la cabeza hacer el loco de esa manera, demasiado que fui capaz de asomar la cabeza para admirar el paisaje…
Bromas aparte, aquella mítica escena fue ejecutada en realidad por el especialista británico Wayne Michaels, quien más adelante en la película hace un cameo como uno de los pilotos del helicópero Tiger a los que Xenia Onatopp despacha de un balazo, y fue votada como la mejor escena de riesgo de la historia del cine (!) en una encuesta realizada por la revista Sky Cinema en el año 2002. En cuanto a la presa, fue construida entre 1961 y 1965 junto a la correspondiente central hidroeléctrica, que se encuentra bajo tierra. Curiosamente, el pasado verano descubrí que un familiar mío estuvo trabajando en la construcción de aquella central durante esos años, y compartió conmigo sus experiencias adentrándose diariamente en los kilómetros de túneles que excavaron allí abajo. Así que nada, si os encanta el puenting (?) o si, como a mi, os gusta peregrinar a los lugares que ha pisado el agente británico en cualquiera de sus encarnaciones, esta visita debería ser ineludible.
Referencias / Información adicional
- Contra Dam | Wikipedia (en inglés)
- GoldenEye | Wikipedia (en inglés)
Me ha gustado mucho este artículo, por la presa, por la peli, y por el relato.
La película tiene un fallo importante nada más comenzar: se nota claramente que el tipo que corre por encima de la presa no es Pierce, por su altura y complexión, y porque ¡lleva barba!. También luego cuando inicia el salto vuelve a pasar lo mismo.
No se entiende que no fuese el mismo Pierce quien corriese, o si no quería / podía alguien de físico similar y sin barba. Y cuando el doble salta, aunque no hubiesen encontrado otro de aspecto físico menos diferente ¿Qué costaba que fuese afeitado?
En fin, descuidos incompresibles y absurdos en una película de este presupuesto.
Poco después, justo tras el típico show musicado de los créditos iniciales, hay otro fallo notorio e innecesario: cuando comienza la escena de Pierce conduciendo con una mujer, ponen la leyenda “nueve años después”. Sin embargo Pierce no ha envejecido nada ,está exactamente igual tras 9 años ¿Por qué no podía ser 1 o 2 años despues, porque tenían que ser 9?. ¡Misterio!, pero otro descuido importante.
Hola Manuel. Muchas gracias por tu comentario y por tus palabras. La verdad es que Goldeneye, al igual que muchas películas, no está exenta de fallos ni mucho menos, pero por alguna razón mi cabeza es inmune a ellos. Fui a ver esta película al cine con 9 años recién cumplidos, y por fortuna cada vez que la vuelvo a poner a día de hoy, cosa que ocurre casi todos los años, sigo viéndola con los ojos de aquel niño y no con los de la persona que soy ahora. Para mí siempre será una película perfecta; con sus actuaciones, su historia, su música y, por supuesto, el tremendo videojuego para la Nintendo 64 que nos legó un par de años después de su estreno.
¡Un saludo!
Joaquín
Idem cuando más adelante vuelven a aparecer otros personajes del principio, 006 y el coronel ruso Urumov: también están idénticos, se ve claramente que no han pasado 9 años por ellos, no han envejecido ni 1 año.
Jajaja muy grande el coronel Ourumov (o general más adelante en la película) interpretado por el mítico Gottfried John. Si quieres verlo en otro papel, te recomiendo la serie «Ocho horas no hacen un día». Sublime. (O por supuesto haciendo de Julio César en la primera película de Astérix y Obélix).