Camaret-sur-Mer, Francia

Camaret-sur-Mer es una pequeña localidad pesquera situada en el extremo occidental de la península de Crozon, en la Bretaña francesa. Después de visitar la Pointe de Pen-Hir, 4 km al sur en su término municipal, nos desplazamos hasta allí con la intención de ver una torre defensiva incluida en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco como parte de las Fortificaciones de Vauban. Esta torre, conocida como Tour Vauban, se encuentra en una especie de espigón natural llamado le Sillon —¿la zanja?— que protege el puerto de Camaret de las fuertes olas provocadas por los vientos del oeste.

 

Cuando llegamos pudimos dejar el coche en el primer tramo del espigón, en el aparcamiento del puerto deportivo, pero a partir de ahí había que seguir andando. La primera sorpresa fue encontrarnos con un cementerio de barcos, testimonio de los mejores tiempos de la industria pesquera de la localidad y de sus astilleros. En total se pueden ver ocho embarcaciones, construidas entre los años 50 y 60; pero unos carteles (y el sentido común) aconsejan no acercarse mucho, esté o no la marea baja. Podéis encontrar más información sobre ellos aquí, en la web de la oficina de turismo de Camaret-sur-Mer.

 

Tras pasar los barcos llegamos a una pequeña iglesia, que tampoco esperábamos encontrar allí. Se trata de la capilla de Nuestra Señora de Rocamadour —Chapelle Notre-Dame-De-Rocamadour—, dedicada a la imagen homónima y que veríamos más adelante durante aquel viaje, en la región de Occitania. La capilla es del s. XVII, construida con una llamativa piedra de color anaranjado proveniente de la cercana península de Logonna y que se veía desgastada por el viento y la sal. Al atravesar la puerta, de estilo gótico flamígero, lo que más llama la atención son las maquetas de embarcaciones que cuelgan del techo. Por lo visto, la capilla sirve de memorial a los marineros muertos en las aguas bretonas, y todos los años el día 1 de septiembre numerosos barcos fondean en los alrededores de la capilla como homenaje a dichos marineros.

 

Y por fin, llegamos a la torre, el motivo original de nuestra visita. Cerraba a las 18 y ya hacía tiempo que pasaba de esa hora, pero pudimos dar una vuelta alrededor del foso. Esta torre, también llamada tour dorée —torre dorada—, fue diseñada por el ingeniero francés Sébastien Le Prestre de Vauban y edificada entre 1693 y 1696 para defender la entrada al puerto de Brest. Es uno de los ejemplos mejor preservados de este tipo de arquitectura y, tal y como dije al principio, forma parte del conjunto de Fortificaciones de Vauban declarados Patrimonio de la Humanidad en 2005, junto a otros once lugares repartidos a lo largo y ancho de la Francia continental. Como curiosidad, la torre ayudó en 1694 a repeler un intento anglo-holandés de invadir Bretaña, cuando aún no estaba siquiera acabada.

 

Tengo que reconocer que, aunque conocer la Torre Vauban fue una experiencia interesante, lo que más nos gustó fue pasear al atardecer por le Sillon, su emplazamiento, que no habríamos descubierto de no ser por la torre. Para terminar el día nos sentamos a cenar en una crepería (bretona, por supuesto) en el puerto de Camaret, y mientras devoraba una galette de roquefort y bacon pude ver desde lejos como algunos lugareños (y no tan lugareños) aprovechaban las últimas luces del día y la marea baja para pescar algo entre las rocas y la arena.

 

Referencias / Información adicional

• Office de tourisme de Camaret-sur-Mer » La Chapelle Notre Dame de Rocamadour (en francés)
• Office de tourisme de Camaret-sur-Mer » La Tour Vauban (en francés)
• Office de tourisme de Camaret-sur-Mer » Le cimetière de bateux (en francés)
• UNESCO World Heritage Centre » Fortifications of Vauban (en inglés)
• Wikipedia » Bataille de Camaret (en francés)
• Wikipedia » Camaret-sur-Mer (en francés)
• Wikipedia » Fortifications of Vauban UNESCO World Heritage Site (en inglés)
• Wikipedia » Réseau des sites majeurs de Vauban (en francés)
• Wikipedia » Sébastien Le Prestre de Vauban (en francés)
• Wikipedia » Tour Vauban (en francés)