Lugo, Galicia
Llegamos a Lugo a la hora de comer, tras haber visitado esa misma mañana el templo romano de Santa Eulalia, en la cercana aldea de Bóveda de Mera. Aunque aparcamos el coche en una calle algo apartada del centro, Lugo es una ciudad relativamente pequeña —unos 100.000 habitantes1— y no tardamos mucho en llegar a su muralla romana,2 el indiscutible símbolo de la ciudad. Veintidós años atrás, en el verano del 2000, tuve la oportunidad de conocer Lugo como parte de mi primera visita a Galicia, pero en aquel momento la ciudad estaba apoyando la candidatura de la muralla como Patrimonio de la Humanidad3 y sus habitantes decidieron, por alguna razón, cubrir todo su perímetro con libros,4 5 por lo que no pude contemplarla en todo su esplendor. Al fin, más de dos décadas después, pude desquitarme.
Al contrario que en otras ciudades españolas originalmente amuralladas en las que se decidió eliminar sus fortificaciones como medida de expansión geográfica y saneamiento, Lugo conserva la totalidad de su muralla original. Esta muralla, de origen romano, está fechada en la segunda mitad del siglo iii, época en que Lugo era conocida como Lucus Augusti —su nombre original— y el Imperio romano empezaba a verse amenazado por las invasiones bárbaras. Tiene una longitud de 2200 m y posee nada menos que diez puertas y 85 torres, de las que se conservan 71. Para acceder al centro histórico de Lugo, delimitado de forma natural por su muralla, atravesamos una de sus puertas, la llamada Porta Miñá. Esta puerta es la que mejor conserva su estructura original, y debe su nombre a su proximidad al río Miño. Alternativamente, también recibe el nombre de Porta do Carme, por encontrarse justo al lado de la capilla consagrada a la Virgen del Carmen.
Al atravesar la puerta nos encontramos con el histórico Pazo de Orbán e Sangro, una casa solariega construida en el siglo xviii y que desde 2008 funciona como hotel tras una restauración que duró cuatro años.6 En su cuidada fachada se puede contemplar todavía el blasón original. En esa misma calle pude ver una pequeña placa en el suelo que recuerda a la Vía XIX,7 8 una calzada romana construida en tiempos del emperador Augusto y que unía Lucus Augusti con las también ciudades romanas de Bracara Augusta (la actual Braga, en Portugal) y Asturica Augusta (la actual Astorga, en la provincia de León). Aprovecho para poner también un mapa muy chulo de la Vía XIX tal y como aparecía descrita en el Itinerario de Antonino9 que he encontrado en la Wikipedia.
Mapa de la Vía XIX [fuente]
Tras almorzar en uno de los restaurantes de la Rúa do Miño, seguimos hasta la llamada Praza do Campo, hogar de una fuente barroca del siglo xviii decorada con una estatua de san Vicente. En esta fuente tiene lugar todos los años durante las fiestas de San Froilán —entre los días 4 y 12 de octubre— el llamado «milagro» en el que empieza a brotar vino de sus tres caños en vez de agua.10
Y por fin, llegamos a la catedral de Santa María de Lugo,11 un imponente templo católico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015 como parte de la ampliación de los Caminos de Santiago en España.12 La catedral original fue construida entre los años 1129 y 1273, predominantemente en estilo románico, a la que se fueron aplicando sucesivos añadidos góticos, renacentistas y barrocos a lo largo de los siglos.
La primera imagen que tuvimos de la catedral fue la de la torre vieja, de estilo gótico erigida entre los siglos xiv y xvi, y del pórtico norte, un añadido gótico del siglo xvi que cobija la portada septentrional del transepto, la única de estilo románico que se conserva. El pórtico, que cuenta con una bóveda estrellada, probablemente haya tenido mucho que ver en el excelente estado de conservación de la portada, fechada en el año 1170. Esta está decorada con una almendra o mandorla en cuyo interior se encuentra una representación de Cristo en Majestad conocida como Pantocrátor13, muy característica del arte románico (es posible que originalmente estuviera rodeada del tetramorfos14 que suele acompañar a este tipo de figuras, pero no se conserva nada que lo atestigüe). Bajo la mandorla hay un adorno colgante —conocido como «pinjante»— decorado con la escena de la Última Cena, y en su cimacio se pueden ver los nombres de los Apóstoles, cuyas letras aglutinadas recuerdan a las @ actuales. También son dignos de mención los herrajes que sujetan los listones de la puerta, así como el dintel bilobulado, los capiteles y las tres arquivoltas que completan la original portada. Sin duda la parte de la catedral que más me gustó.
La fachada norte de la catedral
Cerca del pórtico norte se encuentra la Praza de Santa María, sede del palacio arzobispal y desde la que se pueden ver tanto el ábside gótico de la catedral como el exterior de la capilla de la Virgen de los Ojos Grandes, la patrona de Lugo. Esta capilla, de estilo barroco, data del siglo xviii y es obra del insigne arquitecto santiagués Fernando de Casas Nóvoa,15 16 famoso sobre todo por ser el artífice de la fabulosa fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela.
La capilla de la Virgen de los Ojos Grandes
La capilla de la Virgen de los Ojos Grandes, el ábsido gótico, la torre vieja y el pórtico norte
Rodeando la catedral por la Rúa dos Clérigos, a la que da el claustro, llegamos a la Praza de Pío XII, en donde se encuentra la fachada principal de la catedral: una entrada neoclásica de finales del XVIII obra del arquitecto e ingeniero conquense Julián Sánchez Bort17 —autor también de la concatedral de San Julián en Ferrol o de la Puerta del Dique del arsenal militar de esa misma ciudad—. Está decorada con enormes pilastras con capiteles corintios y de varias estatuas que representan a la Fe y a los Cuatro evangelistas, y rematada por dos torres posteriores realizadas a finales del siglo xix bajo el mando del arquitecto baracaldés Nemesio Cobreros y Cuevillas.18
En esa misma plaza se encuentra una de las puertas de la muralla: la llamada Porta de Santiago. En 1759, bajo la orden del obispo Francisco Izquierdo Tavira, la puerta fue ampliada —originalmente era un pequeño postigo— para permitir el paso de carruajes, aprovechándose la ocasión para instalar una hornacina con una imagen de Santiago Matamoros así como el escudo de armas del arzobispo. Cerca de allí pude ver un monolito de la UNESCO en el que versaba lo siguiente: «En reconocimiento a su valor excepcional y universal, el día 2 de diciembre de 2000, la Muralla Romana de Lugo ha sido inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial con el fin de que sea protegida para beneficio de toda la humanidad. La Muralla de Lugo fue construida a finales del siglo III d.C. para defender la ciudad romana de Lucus Augusti. Todo el perímetro permanece intacto y constituye el más bello ejemplo de fortificaciones romanas tardías en Europa occidental». Me llamó especialmente la atención que el texto estuviera en cinco idiomas: gallego, castellano, francés, inglés y… ¡latín!.
Lugo fue fundada sobre un campamento militar romano hace más de dos mil años, en el año 25 a.C., por un magistrado romano llamado Paulo Fabio Máximo encargado de la reorganización política del noroeste de la península ibérica (la fundación de Bracara Augusta, de gran importancia en aquellos tiempos, también se la debemos a este señor). Tras dejar atrás la catedral llegamos a la Praza Maior, en donde nos encontramos precisamente con un monumento que representa la fundación de la ciudad, mostrando al emperador Augusto dándole el título al ya mencionado Paulo Fabio Máximo. El conjunto de bronce se titula Arco de Triunfo y fue realizado en el 2007 por el escultor orensano Ramón Conde.19 20
Para finalizar nuestro paseo por Lugo, salimos del centro histórico por la puerta del obispo Aguirre, dotada de un característico arco carpanel y abierta en 1895 por mandato del obispo que le da nombre para comunicar el centro de la ciudad con un seminario que se construyó extramuros. El autor tanto de la puerta como del seminario fue el ya mencionado Nemesio Cobreros. Desde allí fuimos rodeando la muralla en sentido horario hasta la puerta del obispo Odoario que, construida en 1921 por el arquitecto cántabro Ramiro Sáinz Martínez, fue la última de las puertas que se abrió en la muralla original. La apertura en el lienzo de la muralla necesaria para levantar esta puerta fue realizada sin ningún tipo de aprobación pública, y fue precisamente este hecho el que propició que la muralla romana de Lugo fuera declarada Monumento Nacional ese mismo año, con el fin de que no se volviera a alterar su estructura.
Y hasta aquí nuestro breve paseo por Lugo.
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Referencias
- Instituto Nacional de Estadística » Lugo: Población por municipios y sexo⠀↑
- Wikipedia » Muralla romana de Lugo⠀↑
- UNESCO World Heritage Centre » Roman Walls of Lugo⠀↑
- El Correo Gallego » La Muralla de los 650.000 libros en Lugo que fue récord mundial [archivo]⠀↑
- La Voz de Galicia » Veinte años de la Muralla llena de libros [archivo]⠀↑
- La Voz de Galicia » El hotel Pazo de Orbán y Sangro⠀↑
- El Correo Gallego » El Eje Atlántico de los romanos [archivo]⠀↑
- Wikipedia » Vía XIX⠀↑
- Wikipedia » Itinerario de Antonino⠀↑
- La Voz de Galicia » El «milagro» de San Vicente. Historia de Lugo [archivo]⠀↑
- Wikipedia » Catedral de Lugo⠀↑
- Wikipedia » Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España⠀↑
- Wikipedia » Maiestas Domini⠀↑
- Wikipedia » Tetramorfos⠀↑
- Wikipedia (gl) » Fernando de Casas Novoa⠀↑
- Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia » Fernando de Casas Nóvoa⠀↑
- Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia » Julián Sánchez Bort⠀↑
- Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia » Nemesio Cobreros y Cuevillas⠀↑
- La Voz de Galicia » Dos esculturas de Ramón Conde recrean desde ayer la fundación de la ciudad en la plaza Maior [archivo]⠀↑
- El Correo Gallego » Monumento dedicado a la fundación de Lugo [archivo]⠀↑
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