3 días en Lisboa y Sintra
Día 1
Baixa Pombalina (Lisboa)
Mi primer encuentro con la capital portuguesa lo tuve en la zona conocida como Baixa de Lisboa, un barrio completamente reconstruido por el Marqués de Pombal tras el fatídico terremoto de Lisboa de 1755 (fue tan bestial que impulsó el nacimiento de la sismología, y en la actualidad se cree que tuvo una intensidad de entre 8’7 y 9 en la escala de Richter).
En aquel terremoto, la ciudad quedó devastada tanto por el seísmo como por el tsunami que lo sucedió, y la zona de la Baixa fue con diferencia la más afectada, de ahí que su estructura actual sea de líneas rectas y perpendiculares apoyadas sobre un eje central llamado Rua Augusta. Un entramado nada convencional en las zonas históricas de las grandes ciudades europeas.
Allí tuve la oportunidad de visitar una barbería muy curiosa y algo extravagante: Figaro’s Barbershop. Al verla no me quedó muy claro si aquello era auténtico o simplemente un reclamo turístico (que en Lisboa no sobran) pero uno de mis compañeros de viaje decidió probar la experiencia y salió de allí más que satisfecho. La polémica, eso sí, está servida: las mujeres tienen prohibida la entrada.
Figaro’s Barbershop
Praça do Municipio
La extensa Praça do Comércio, nuestra siguiente parada, es conocida también como Terreiro do Paço, que en castellano significa algo así como patio del palacio. El motivo de esta nomenclatura es que aquí se encontraba antiguamente el Paço da Ribeira (el antiguo palacio real de Lisboa), destruido como no durante el terremoto de 1755 antes citado. Preside la plaza una monumental estatua ecuestre del rey José I de Portugal, cuyo reinado fue testigo del terremoto, y desde allí se tienen unas bonitas vistas de las características casas de la plaza pintadas de amarillo, del espléndido Arco Triunfal da Rua Augusta y del estuario del Tajo, en donde dos columnas de mármol marcan la antigua entrada de los nobles a Lisboa.
Praça do Comercio
Estatua ecuestre del rey José I de Portugal (detalle)
Estatua ecuestre del rey José I de Portugal
Puente 25 de Abril
Antigua entrada de los nobles
Tras atravesar el arco llegamos a la arteria principal de la Baixa: la Rua Augusta. Desde esta concurrida avenida se puede ver el famoso Elevador de Santa Justa en una de sus bocacalles, el cual conecta la Baixa con el barrio de Chiado. Este ascensor urbano fue diseñado por Raoul Mesnier de Ponsard utilizando algunas de las técnicas ya usadas en Francia durante el siglo XIX (aunque nunca se llegó a probar que este ingeniero tuviera relación alguna con Gustave Eiffel), y en su último piso hay una terraza desde la que se puede ver el Castillo de San Jorge y la Praça de D. Pedro IV, lo que lo ha terminado convirtiendo más en una atracción turística que en el medio de transporte para el cual se construyó. Para nosotros fue imposible subir, ya que la cola le daba varias vueltas a su base.
Elevador de Santa Justa
Elevador de Santa Justa
Nuestro pequeño paseo inicial por Lisboa terminó en la Praça de D. Pedro IV, más conocida como Praça de Rossio. Pedro IV fue rey de Portugal pero sobre todo se le recuerda por ser el primer emperador de Brasil (el proceso de independencia de Brasil fue bastante distinto a las guerras de independencia hispanoamericanas). Desde el monumento central dedicado al monarca se pueden ver algunos de los edificios más emblemáticos de la zona: el Teatro Nacional D. Maria II, el Convento do Carmo y la estación de Rossio. Atención al convento, cuyas ruinas representan uno de los pocos testigos que quedan de la destrucción provocada por el terremoto, y también a la estación, magnífico ejemplo del estilo manuelino tan predominante en la capital portuguesa.
Convento do Carmo
Monumento a D. Pedro IV (detalle)
Teatro Nacional D. Maria II
Estação Ferroviária do Rossio
Vistas del Castelo de São Jorge
Cascais
Cascais se encuentra a unos 30 km al oeste de Lisboa, dentro de lo que se conoce como la Riviera Portuguesa, y tras comprobar que Lisboa estaba impracticable decidimos hacer una pequeña ruta en coche por esa zona. Cascais tampoco es que estuviera vacía, pero pudimos dar un paseo mucho más tranquilo por la Praia da Ribeira y la Fortaleza de Nossa Senhora da Luz hasta llegar al bonito enclave en el que se encuentra el Farol de Santa Marta.
Praia da Ribeira
Puerto de Cascais
Faro de Santa Marta
Barrio de Santa Marta
Cabo da Roca
El Cabo da Roca, conocido por los romanos como Promontorium Magnum y definido por el poeta portugués Luis de Camões como el lugar onde a terra acaba e o mar começa, es famoso sobre todo por ser el extremo occidental de la Europa continental. Tanto desde el faro como desde el monumento que marca el punto geográfico antes mencionado se pueden ver algunos de los impresionantes acantilados que delimitan la accidentada costa sudocciental de Portugal.
Monumento en el Cabo da Roca
Faro del Cabo da Roca
Monumento en el Cabo da Roca
Acantilados
Monumento en el Cabo da Roca
Acantilados
Faro del Cabo da Roca
Azenhas do Mar
Terminamos el día en Azenhas do Mar, viendo atardecer en uno de sus miradores. Desde allí se podía contemplar esta pequeña villa de apenas 800 habitantes y como sus casas se amontonan a lo largo del acantilado. Sin embargo, aunque aquella vista fue una de las más inolvidables del viaje, me contó uno de mis compañeros que el verdadero encanto de esta localidad se presenta en invierno, cuando en un día de tormenta resulta impresionante cenar mientras las olas golpean contra las cristaleras de alguno de sus restaurantes.
Azenhas do Mar
Azenhas do Mar
Azenhas do Mar
Azenhas do Mar
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