Introducción
Si hace unos meses alguien me dice que me vaya sólo de viaje a Marruecos, habría dicho que no sin dudarlo. Pero las cosas no siempre salen como uno quiere y menos de ocho horas antes de partir hacia Marrakech me quedé sin compañero de viaje porque tuvo problemas con su trabajo. Tras recuperarme del shock, decidí que mis ganas de pisar África por primera vez eran suficientes (eso y que no me hacía mucha gracia perder el dinero invertido) para irme a lo loco a un país hasta entonces desconocido para mí.
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