Domingo, 29 de marzo de 2015
Os pongo en situación. Tras nuestro paseo por Tetsugaku-no-michi, cogimos el autobús 100 para seguir recorriendo Kyōto. Nuestra intención era visitar el Parque Maruyama, que a esas horas se supone que está muy ambientado, pero cuando bajamos del bus en Jingū-michi mirad con lo que nos encontramos al mirar atrás.
Lo que veis es probablemente uno de los torii más grandes de todo Japón, y nos lo cruzamos de pura casualidad. La pregunta obvia vino al momento… Si ese es el arco de entrada, ¿cómo será el santuario?
Heian-jingū (平安神宮)
El santuario en cuestión se llama Heian-jingū (平安神宮), y se construyó en 1895 para celebrar el 1100 aniversario (!) de la fundación de Kyōto. Como su nombre no es cualquier cosa vamos a despedazarlo un poco…
Por un lado, Heian viene de Heian-kyō (平安京, lit. capital de la paz y la tranquilidad), uno de los antiguos nombres de la ciudad de Kyōto (creo que conviene recordar aquí una vez más que Kyōto fue la capital de Japón entre los años 794 y 1868).
Por otro lado, jingū es una de las posibles terminaciones de los nombres de los santuarios sintoístas. Ésta concretamente significa que este santuario está conectado con la Familia Imperial japonesa (hay muchas terminaciones con distintos significados, por lo que llamarlos santuario tal y santuario cual a secas hace que se pierda gran parte de la esencia del nombre original).
Por si fuera poco, la Jinja Honchō (神社本庁, lit. la asociación de santuarios sintoístas) cataloga a Heian-jingū dentro de la categoría más importante de los santuarios de Japón.
Tras atravesar el Ōtorii (大鳥居, lit. gran torii) llegamos a Ōtenmon (應天門), la puerta principal. Por cierto, ¿qué me decís de los muñecajos que usan los japoneses para divertir el tráfico? Yo prefiero no pronunciarme…
Aunque por el módico precio de 600円 se pueden visitar los jardines y durante el hanami es cuando están más espectaculares, nosotros nos conformamos con disfrutar del ambiente del patio principal. Desde allí se pueden ver varios de los edificios más importantes, que listo aquí.
- Daigokuden (大極殿, Gran Palacio del Estado)
- Kaguraden (神楽殿, Palacio Kagura)
- Sōryōrō (蒼龍楼, Castillo del Dragón Azul)
- Byokkorō (蒼龍楼, Castillo del Tigre Blanco)
El Daigokuden es el edificio principal del santuario, y en el Kaguraden se realizaban (o se realizan, creo) diversos espectáculos de Kagura, un conjunto de bailes y música relacionados con el sintoísmo.
Los dos castillos o torres que protegen al Daigokuden llevan el nombre de dos de las Cuatro Símbolos de las constelaciones chinas: el Dragón Azul y el Tigre Blanco, que representan al este y al oeste respectivamente. Se pueden encontrar estatuas de ambos sobre los dos chōzuya (手水舎) del santuario, las pequeñas fuentes que usan los fieles para realizar el temizu (手水), el rito de purificación.
Aunque a primera vista podría parecer un sitio muy turístico (que lo es) y que por culpa de eso se podría perder la esencia de su razón de ser, éste es uno de los lugares en los que vivimos más de cerca la religión mayoritaria de Japón.
Tras atravesar de nuevo el Ōtorii y cruzarnos con el magnífico edificio del Kyōto-shi Bijutsukan (京都市美術館, lit. Museo Municipal de Arte de Kyōto), continuamos nuestro camino hacia el sur rumbo al Parque Maruyama (ahora sí).
Esta historia continúa en:
Si quieres ver el viaje al completo:
Yo tampoco entré por tiempo, quería ir a disfrutar del hanami. Pero cuando vuelva iré para frikear a lo Lost in Traslation xD
Tengo que ver esa peli… xD
La peli en si es una m… que meperdonen xD pero es de esas pelis que acaba y te das cuenta que no ha pasado absolutamente NADA! pero mola xk ves lugares de Tokyo y kyoto jeje
Mmm no sé entonces si animarme a verla, me puede traer buenos recuerdos. No será un tiempo completamente perdido XD
Me ha gustado mucho esta entrada. Lo que me maravilla de estos templos japoneses es que parecen todos acabados de construir. Su estado de conservación parece magnífico a través de las fotografías.
En este caso concreto varios de los edificios fueron reconstruidos en 1976 tras un incendio… pero si, la impresión general por todo el país es esa.
Ah, y los de los muñecajos está gracioso… Pero a lo mejor en otro sitio.
Si… exacto.
Los muñecajos esos son muy ‘kawaii’! jijijji Yo no me acerqué a ver este templo por falta de tiempo, aunque sí que pasé al lado del torii gigante. Para otra ocasión será!
Jajajaja claro, hay que volver si o si ¡Gracias por pasarte