Burdeos, Francia. 4 de agosto de 2008

Segundo día de viaje. Nos despertamos aún en España, en Burgos, pero nada más empezar el día cogimos la carretera, ya que nos quedaban casi 600km hasta nuestro destino: un pequeño pueblo al norte del Estuario de la Gironda llamado Vaux-sur-Mer, en donde pasaríamos la segunda noche del viaje.

Comimos en algún área de descanso al rato de pasar la frontera (no recuerdo donde exactamente) y, embargados por la emoción de pisar por primera vez en nuestras vidas suelo francés, llegamos a Burdeos, primera parada francesa del viaje.

Estuvimos poco más de dos horas allí, pero nos cundieron mucho. Empezamos por las dos plazas más impresionantes de la ciudad, la Place des Quinconces y la Plaza de la Bolsa. La primera es una de las más extensas del mundo (la octava o novena) y en ella paramos a ver el Monumento a los Girondinos. La segunda es uno de los símbolos de la ciudad y gracias a la arquitectura de sus edificios fuimos conscientes por fin de que, efectivamente, estábamos en Francia.

Desde allí pudimos ver el Puente de Piedra, primera construcción en la historia que atravesaba el río Garona. Paseamos un rato a orillas de dicho río y llegamos a la Catedral de San Andrés, de finales de la Edad Media, en donde escuchamos un concierto de órgano que casualmente ocurría en ese momento.

Paseamos un rato más por allí, con la sensación de que teníamos que volver (de hecho, a los dos años volvimos), y nos pusimos en camino a Vaux-sur-Mer. Una vez allí, dejamos las cosas en el hotel Residence de Rohan y cenamos allí cerca, a pie de playa, en la Bahía de Nauzan.

1. Burgos
2. Burdeos

• Plaza des Quinconces (Place des Quinconces)
• Monumento a los Girondinos (Monument aux Girondins)
• Plaza de la Bolsa (Place de la Bourse)
• Puente de Piedra (Pont de Pierre)
• Catedral de San Andrés (Cathédrale Saint-André)

3. Vaux-sur-Mer

• Bahía de Nauzan (Conche de Nauzan)

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