Ésta es mi primera entrada seria en el blog, así que voy a empezar hablando de una de las ciudades belgas que más me gustan: Tournai. Para llegar a ella desde cualquier otra ciudad belga sin duda el mejor medio de transporte es el tren, como suele ser habitual en este país. Hay conexiones directas a Tournai desde Mons, Lieja, Namur, Amberes o desde la cercana Lille, en Francia. La estación de trenes de Tournai data de finales del siglo XIX y es un buen punto de partida para nuestra visita. Ha sido recientemente restaurada por lo que presenta un aspecto inmejorable, a pesar de que en su artículo en la 'Wikipedia en francés', aparezca aún toda andamiada. Durante la Segunda Guerra Mundial fué seriamente dañada y se perdió para siempre la estructura que cubría los andenes, como se puede apreciar en esta fotografía de 1880, de autor desconocido. El resto del edificio, salvo pequeños detalles, parece seguir igual. La plaza donde se encuentra la estación de Tournai y la zona que la rodea también merecen la pena un vistazo, al contrario que las de otras ciudades belgas… pero de eso ya hablaré más adelante.