Tras 742km desde Sevilla, llegamos a Castellón de la Plana, una de las pocas capitales de provincia españolas que me quedaban por conocer (¡durante ese viaje la lista se redujo bastante!) pero de la que hay que reconocer que no habíamos apuntado absolutamente nada para ver. Lo único que teníamos preparado era la reserva de las habitaciones en el H2 Castellón, cerca de la Plaça de Fadrell, pero poco más. Llegamos al hotel, soltamos las maletas, descansamos un poco de la paliza del viaje, y ¡a conocer Castellón!
Bueno, la verdad es que fuimos directamente a buscar un lugar para comer, que eran las 4 de la tarde y desde el desayuno en Almuradiel no habíamos tomado nada… Tras ver que todos los restaurantes del centro estaban ya cerrados nos decidimos por ir a lo fácil y seguir las indicaciones del Burger King. Por el camino (estaba más lejos de lo que parecía) pasamos por bastantes de los highlights de Castellón en los que luego nos detendríamos un poco más.
El BK estaba al lado de la ya en desuso Estación del Norte, un edificio bastante restaurado y de color rosa completamente excedido por un mastodóntico Corte Inglés. Al terminar de comer ya podíamos ver la ciudad tranquilamente, y lo primero que hicimos fue atravesar el Parque Ribalta, que con más de 450 especies es uno de los más emblemáticos de la Comunidad Valenciana. En su interior había varias construcciones interesantes: un estanque, un palomar, un obelisco y un quiosco de música.
Al salir del parque desembocamos en la Plaza de la Independencia, sede de los edificios más representativos del modernismo en Castellón, y en cuyo centro se encuentra La Farola, puesta allí para celebrar la coronación de la Virgen de Lledó (difícil de deducir si no fuese por la placa, ya que en ella no hay elementos religiosos de ningún tipo).
El día iba muy bien hasta que a mi padre y a mí nos dio por entrar en el Edificio de Correos y Telégrafos, de estilo neo-mudéjar de principios del siglo XX. La pena fue que una vez dentro le hice una foto al techo interior y las dos señoras que estaban allí trabajando me echaron a voces y con una mala educación que hacía años que no veía (nota: no había ningún cartel de ‘prohibido hacer fotos’). De broma, vaya, la bronca fue tan desmedida que me quedé sin palabras durante un rato.
Recuperado del susto (por llamarlo de alguna forma), llegamos a la Plaza Mayor, una de las partes que más me gustaron de Castellón. En ella se encuentran varios de los edificios más importantes de la ciudad: la Casa Consistorial, la Concatedral de Santa María, el Fadrí (la torre campanario de la catedral, pero separada de ésta), y el Mercado Central.
Mientras mis padres se informaban en la Oficina de Turismo (les dijeron que una vez vista la Concatedral ya habríamos terminado de recorrer lo más importante de Castellón y que sólo nos quedaría el Grao) mi hermano y yo rodeamos la catedral sin mucha prisa.
Cuando mis padres terminaron de documentarse, entramos en la concatedral. La original, de estilo gótico, fue incendiada en 1936 y demolida durante la Guerra Civil, y la que ha llegado a nuestros días no fue completada hasta 1999.
Como ya habíamos terminado de ver el centro, nos pareció una buena idea volver al hotel a coger el coche e ir hasta el Grao de Castellón, el distrito marítimo de la ciudad, y que se encuentra a 4 o 5 km del centro. Antes de llegar al hotel pasamos por la casa en la que el astrónomo y geógrafo francés Pierre Méchain murió de fiebre amarilla mientras se encontraba en España midiendo el Meridiano de Greenwich. Desde luego, fue completamente inesperado encontrárnosla.
Ya atardecía cuando llegamos al Planetario, situado a pie de playa en el Paseo Marítimo. Estaban a punto de cerrarlo pero mi hermano y yo entramos a trastear con los inventos que tenían allí dentro, especialmente con un par de antenas parabólicas… Por supuesto, también nos acercamos a la playa, que yo desde luego hacía mucho que no la pisaba (que sea andaluz no quiere decir que vaya a la playa todos los fines de semana, como se piensa mucha gente ^^u y además tampoco me gusta mucho).
Total, que tras llenarnos los pies de arena volvimos al coche y llegamos al puerto, que estaba a menos de un minuto. Esta parte me gustó muchísimo (de Castellón, la que más) y fue la que más disfrutamos… El faro, el atardecer, los barcos, y sobre todo el buen ambiente nos dejaron grandes recuerdos, solo superados por una increíble paella que devoramos entre los cuatro y a la que para eterna vergüenza de mi hermano le hicimos un reportaje fotográfico un tanto desmesurado (nos dejamos llevar…).
Al día siguiente nos tocaba volver a la carretera, y llegar hasta Barcelona pasando por innumerables playas, por el Delta del Ebro y por la increíble ciudad de Tarragona, pero eso ya lo contaré en la siguiente entrada. ¡Hasta la próxima!
Que buena la paella!!!!
Con tus fotos se ve muy bonito Castellón. Que calor pasamos y que manera de correr para todo pero nos lo pasamos muy bien.
Tus comentarios son geniales,todo fue como lo cuentas,te mando,todavía se avergüenza tu hermano cuando le he leído lo de la paella
Que buena la paella!!!!.
JAJAJAJA pobrecito…
Con ganas de leer mas! seguro que me vas a enseñar muchos rincones de mi tierra jeje
¡Muchos de ellos me los recomendaste tú! Pero sí, la vimos bien a fondo
Magnífica entrada, con unas fotos estupendas. Has sacado Castellón muy favorecido.
¡Gracias! Las que más me gustan son las del Grao
Enhorabuena y gracias. Soy de Castellón, confieso que he encontrado tu blog por casualidad, y tras media vida fuera y criticando con dureza mi «querido Castellón» (aunque no lo cambiaría por nada!!!) me asombra tu mirada, tu sensibilidad, tu momo al detalle sutil y la belleza de tus imágenes. Desde mi corazón «castellonero», gracias por hacerme ver lo que no valoramos.
¡Hola Rosanna! Tu comentario es sin duda de los que más me han llegado desde que empecé el blog. Muchísimas gracias por tus palabras. Aunque estuvimos poco tiempo en tu ciudad, echamos un gran día en familia y nos quedaron grandes recuerdos. Este verano volviendo de Francia quisimos parar aunque solo fuera para dar un pequeño paseo por el Grao, pero al final no pudo ser. Muchas gracias de nuevo por pasarte y por tu comentario. Un saludo.
Felicitaciones por el post.