Sábado, 9 de febrero de 2013
Después de dar una vuelta con el coche por el centro de Dortmund y descubrir que no había nada que ver, vino el momento más raro del viaje. En la guía ponía que en un pueblo de por allí cerca llamado Waltrop había un ascensor de barcos único en su especie y que era de lo más bonito de la zona. «Bueno… ¿por qué no?» pensamos, ya que no teníamos nada con lo que rellenar el hueco que había dejado el fallido partido.
Llegamos a Waltrop, y nada parecía indicar que allí se encontrase un ascensor de barcos. No sé cuantas vueltas le dimos al pueblecito, ni cuantas veces entramos y salimos, pero nos recorrimos todas las carreteras de alrededor y no encontrábamos el ascensor (¡ni siquiera un río!), o una indicación. Sin embargo, cuando pasamos por el ayuntamiento vimos el logo de Waltrop en su puerta, y parecía representar algo parecido a lo que estábamos buscando (?). Si es que de verdad sabíamos lo que estábamos buscando, claro.
No recordamos muy bien cómo, pero al final terminamos en un canal (que estaba un poco lejos del pueblo) y en un mapa en la carretera efectivamente ponía que allí estaba el ascensor. Nos habíamos creado unas expectativas tan exageradas que esperábamos encontrar algo capaz de elevar al mismísimo RMS Queen Mary, pero bueno… A pesar de la decepción inicial, aquel lugar llamado Schleusenpark resultó ser una curiosidad más de las muchas que vimos en nuestro recorrido por Alemania.
Ah, si queréis llegar, hay que tomar la L511 desde Waltrop en dirección oeste.